Su color rojo brillante y su aroma dulce te transportan directo a las ferias, los parques y los mejores recuerdos. Cada cacahuate tiene esa cubierta azucarada crujiente que conquista desde el primer bocado. Ideal para cuando quieres algo dulce, clásico y con mucha actitud. ¡Porque los clásicos, como este, nunca pasan de moda!